Como
muchos sabréis, se trata de GTA V que tomará el relevo de GTA IV, el cual, a mi
parecer, dejó mucho que desear, pero no porque el juego en sí fuera malo, sino
porque su antecesor, el GTA San Andreas, dejó el listón tan alto, que cualquier
otro Grand Thief Auto se verá como un “juegucho” sin más. Y es así, GTA San
Andreas, al menos para mí, marcó un antes y un después en el mundo de los
videojuegos, tanto es así, que desde la salida del videojuego de Rockstar,
muchas de las otras compañías consoleras, tomaron como ejemplo la base del GTA, para llevar a cabo los suyos
propios. Es más, cada vez que veías el tráiler de un juego estilo Saints Row,
siempre te venía a la cabeza el estilo de San Andreas, y como éste otros muchos
más, como por ejemplo “El Padrino”.
De ahí
el título de mi entrada de hoy. Ya sé que hace meses que salió a la luz aquel
tráiler, que misteriosamente guardaba muchos parecidos con el San Andreas, pero
no pude evitar pensar en ello hace pocos días, cuando hablando con un colega
jugón, empezamos a rememorar viejos tiempos, y llegamos a la conclusión de que
era un auténtico juegazo.
Lo tenía
todo o casi todo, es decir, total libertad para hacer lo que se te antojase.
Que querías irte a un burguer a comer unas cuantas calorías, tranquilo, a la
vuelta de la esquina, siempre mirando el mapa, inmenso por otro lado, tienes un
Burger Shot con varios menús a tu disposición. Te apetece quizá algo de pollo,
el Chuckin Bell es tu casa. Seguramente,
después de comer tanta grasa, quieras quemar esos kilillos de más en algún
sitio; no te preocupes, el gimnasio de cada barrio está totalmente abierto para
ti. Bueno he de decir, que el tema del gimnasio me encantaba. Empecé el juego
y, puesto que ya lo había probado en casa de un amigo, lo primero que hice fue
irme al gimnasio, y hasta que no conseguí tener a mi “nigga” como una auténtica
mole, no lo saqué de ahí.
En fin,
y qué decir de los locales, las tiendas de ropa, de armas, los garajes, los
tuneos de los coches, y sobre todo lo más importante, la historia. Una historia
con una trama que te enganchaba de principio a fin, algo que eché mucho en
falta en el último GTA de Rockstar. Bueno eso, y el tamaño del mapa que en el
San Andreas era enorme.
Con
todo esto, aparte de recordar esas cosas, y me dejo muchas otras más en el
tintero, quiero decir que mucho tendrán
que trabajar los de Rockstar para que el GTA V cumpla unas expectativas que,
después del tráiler, indican que promete ser un juego a lo San Andreas, con
unos gráficos a la altura del momento y con un modo online que, en el San
Andreas no era muy necesario, pero que hoy en día es una pata muy importante en
cualquier videojuego que se precie, y sobre todo que quiera mantenerse durante
un periodo de tiempo largo, al menos, hasta que salga a la luz otro GTA.
Espero
que no tarde demasiado en salir, mientras tanto ahorraré algo de pasta para
poder agenciarme el Max Payne 3, otro juegazo a la altura de los que desarrolla
Rockstar.
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